El agua que llega a los hogares no siempre es la mejor para ser consumida porque, aunque antes de llegar a los grifos fue sometido a ciertos procesos químicos de tratamiento, estos fueron realizados a gran escala. En este sentido, es importante adquirir un purificador de agua doméstico para garantizar la calidad del vital líquido que se ingiere.
Esta premisa aplica también para el agua embotellada que promete ser potable e ideal para el consumo humano. Este tipo de productos, además de no ser totalmente salubres, genera grandes costos en las familias, incomodidades por tener que cargar garrafas pesadas y la angustia de tener que comprar a tiempo el agua.
Tener un purificador de agua doméstico ayuda a cuidar la salud de todos los que habitan en su hogar, en especial, de los niños, quienes no poseen las mismas defensas que un adulto.
Más de un beneficio
Estos equipos brindan alivio tanto a las familias, como a nivel de salud pública, porque se disminuyen las probabilidades del desarrollo de epidemias, producto de la ingesta de agua contaminada.
- No hace falta el uso del cloro para eliminar bacterias y virus. Incluso, según varios estudios sugieren que la ingesta de cloramina puede atraer enfermedades como el cáncer de colon.
- Un purificador de agua doméstico es capaz de eliminar el floruro, que contribuye con la aparición del cáncer de vejiga.
- No necesitará el uso de pesticidas.
- Disminuye el porcentaje de aparición de enfermedades en el aparato digestivo, gracias a la eliminación de bacterias como la cryptosporidium y guardia.
- El agua le sabrá y le olerá mucho mejor.
- Abarata los costos de la compra de agua embotellada.
- Evita el proceso de hervido de agua, en el que pueden quedar sedimentos.
La adquisición de un purificador de agua doméstico es una inversión que verá reflejada en sus facturas y en los rostros de cada uno de sus seres queridos, quienes tendrán salud y bienestar. Son prácticos, útiles y hacen que realmente se cumpla la frase “el agua es vida”.