Los procesos industriales son realizados bajo estrictas normas y controles para garantizar la máxima seguridad, además son llevados a cabo luego de optimizar cada etapa del proceso, desde la construcción hasta la producción. Para obtener una máxima rentabilidad en cualquier proyecto de esta índole, se debe ser muy cuidadoso en la selección del material de los equipos, líneas y conexiones indispensables en el proceso, se sugiere los de alta durabilidad como los accesorios inox.
El acero inoxidable es el material de más amplio uso en la industria, por su versatilidad para ser adaptado en cualquier tipo de proceso por su amplio rango en cuanto a resistencia y compatibilidad con cualquier tipo de sustancia. Se conoce como acero inoxidable a una aleación (en mayor medida) entre Hierro, Carbón y Cromo. Este último es lo que le confiere el aspecto brillante. Los beneficios en el uso del acero inoxidable vienen dados gracias a las siguientes características:
- La porosidad es prácticamente nula, esto ayuda a que no se acumule suciedad y se pueda considerar como un material higiénico.
- Alta resistencia a la corrosión, ya que el cromo actúa como “elemento protector” puesto que tiene más afinidad por el oxígeno.
- Como el desgaste es mínimo, el mantenimiento es casi inexistente, lo que abarata los costes. Están pensados para que sean un producto “para toda la vida”.
- Resiste a condiciones extremas de temperatura y presión gracias al tipo de aleación; así mismo posee muy buena resistencia mecánica.
Esta es la razón por la que piezas de todo tipo son realizadas con este material, desde tuberías, codos, bridas, válvulas, entre muchas otras más, no solo son duraderas, sino que también cubren el aspecto de seguridad que siempre debemos tener presente. Aunque para ello, debemos cerciorarnos de que todos estos accesorios se realicen bajo normas internacionales estándares que garanticen un buen funcionamiento de los mismos.