Una de las labores más importantes y más extendidas de los aparejadores Madrid es su trabajo de peritaje. La complejidad cada vez mayor de las construcciones, problemas heredados de épocas en las que no se exigían tantas garantías en materiales y procesos como ahora y los cambios legislativos hace que haya que acudir a un profesional de esta área para infinidad de circunstancias.
El trabajo de un aparejador como perito es fundamental porque sus informes pueden ser decisivos en casos judiciales. ¿Cómo debe actuar en estos casos? Debe analizar en profundidad todo el inmueble que será objeto de la inspección. Se trata de encontrar fallos constructivos, materiales o elementos en mal estado, determinar las causas que han provocado las deficiencias y en ocasiones proponer soluciones y ofrecer un presupuesto.
Por ello, un aparejador que decida dedicarse al peritaje tiene que contar con una formación muy específica que le permita conocer los principales problemas de todo tipo de edificación, que le ayude a detectar vicios ocultos y que le sirva para analizar, incluso en laboratorio, algunos de los materiales usados en la construcción del inmueble que está inspeccionando.
El peritaje y los procesos judiciales
¿Cuándo se recurre a un peritaje? Fundamentalmente cuando se detectan fallos constructivos graves. Es fácil que una comunidad de propietarios pida la realización de este tipo de trabajos para reclamar a una constructora que se dio demasiada prisa en acabar el edificio y lo hizo de manera inadecuada o para reclamar al seguro la reparación de algunos daños causados por motivos diversos.
En esos casos, el perito no solo debe encontrar las deficiencias y plantear soluciones, sino que además es posible que tenga que redactar un detallado informe de sus conclusiones que tal vez acabe siendo prueba en un juicio. Por ello es fundamental que sepa reflejar su análisis de una forma clara y sencilla, que pueda entender todo el mundo.
Un aparejador en Madrid que desee dedicarse al complejo mundo del peritaje debe, por tanto, adquirir una amplia serie de conocimientos de todo tipo, no sólo técnicos, para poder desarrollar su labor de manera efectiva.