Conducir bajo los efectos del alcohol en ciudades como San Francisco u Oakland que corresponden al estado de California, constituye un delito y quien sea arrestado por la policía caminera en estas circunstancias se encuentra en graves problemas. Esto tiene sentido porque un conductor ebrio podría matar a alguien provocando un dolor inmenso en toda una familia.
Hay consecuencias directas como la pérdida de dinero, tiempo que debe atender a la escuela de DUI, suspensión de la licencia, controles posteriores e incluso el conductor sorprendido en esas circunstancias podría pasar tiempo tras las rejas.
Pero además de los problemas que van desde pérdida de dinero por el pago de multas hasta la cárcel y suspensión de la licencia, a menudo se generan otros inconvenientes por desconocimiento. Por ejemplo, muchas personas no saben que hay solamente 10 días para salvar la licencia de conducir, por eso es necesario programar una audiencia con el DMV de forma inmediata a fin de discutir si una suspensión o revocación se justifica.
Existen muchos casos de personas que pierden su licencia en estas circunstancias, sin siquiera saber si su caso es factible de ser desestimado o no. Y eso es porque no tienen la ayuda de un abogado competente.
Esta es una muy sencilla razón que justifica por demás el hecho de contactar a un abogado que preste servicios las 24 horas en California, pero que además se especialice en DUI, puesto que él o ella cuentan con mucha experiencia en el área y saben cómo sacar a un cliente de apuros. Existen abogados que hablan español y pueden ayudarle sin problemas de comunicación si usted es una persona nacida en Latinoamérica.
En http://www.abogadocross.com/practice-areas/abogados-de-manejo-bajo-influencia/ existe un equipo de abogados dispuestos a pelear por los derechos de sus clientes en el estado de California. Ellos tienen mucha experiencia y han resuelto más de 2.000 casos de manejo bajo la influencia del alcohol. Además, mantienen su caso bajo condiciones de estricta confidencialidad, de modo que su círculo social o personas del trabajo no tienen que saber nada sobre el problema legal que lo aqueja.
