Vestirse de plata
Cuando se llega a una edad muy adulta la vida cambia radicalmente, hay muchas actividades que ya no se pueden realizar igual que antes, el organismo funciona y actúa diferente, el ritmo de vida ya no es el mismo, ni lo será. Esta serie de cambios no es malo, por el contrario, puede ser una oportunidad para vivir los mejores momentos de la vida. Así como a la plata se le saca brillo y luce reluciente mostrándose valiosa, igualmente sucede cuando la persona cruza el lindero hacia la vejez; debe lustrarse y mostrar lo valioso que la experiencia lo ha hecho, disfrutar en familia de sus conocimientos, compañía y la alegría de ver el legado que se deja en cada integrante con algún detalle. Como todo en la vida, surge la necesidad de adaptarse y, en este sentido, se requiere de atención y cuidados especiales. No importa si no se tiene una enfermedad que amerite tener todas las miradas encima; conviene que los adultos mayores tengan compañía, tanto por su salud física como mental. Si por alguna razón la familia no dispone del tiempo suficiente, lo ideal es solicitar ayuda, y, por suerte, una residencia de ancianos en Sevilla puede ser una buena alternativa. Existen varios hogares de cuidados de este tipo que se encargan de darles todo lo necesario para que vivan a plenitud su vejez; no obstante, es apropiado que la familia permanezca unida e incluya las visitas a sus seres queridos en su rutina. El amor hacia la gente que apreciamos es la mejor medicina a cualquier edad.