Cuando pensamos en el auge del licor puede que se nos venga a la mente la idea de empresarios, dueños de alguna distribuidora de licores Bogotá, siendo exitosos. Y no es que no lo sean, pero esto es un concepto muy restringido.
Hablar del auge del licor, implica conocer datos bastante interesantes sobre distintas bebidas que están revolucionando no solo el sector de ventas, sino también los efectos culturales que esto ha tenido, el impacto en otras áreas comerciales e inclusive el interés creciente en destacarse en el área de la mixología molecular.
El vino, es uno de los licores que ha registrado un mayor y sostenido aumento tanto en las ventas como en la producción entre los hispanos, es decir, los latinos están optando cada vez más por los productos de su región y a su vez, el vino propio de Europa, se está haciendo parte de la cultura latina.
Esto a su vez, ha tenido un impacto positivo en sectores asociados a los viñedos, como el maderero, ya que ha crecido la fabricación de barriles y cajas de madera para empacar dichas bebidas.
Pero eso no es todo, podemos hacer el mismo ejercicio cultural pero a la inversa, esta vez con el tequila mexicano; esta bebida ha tenido un éxito indiscutible entre los alemanes y el interés por la cultura de este país les motiva a visitar México, para degustar más sus productos. Todo ello gracias a la industria del licor.
La ciencia y los licores
La ciencia siempre ha estado presente en la fabricación de licores para lograr las medidas perfectas de acidez, dulzor y demás matices que agradan a los consumidores. Pero el auge de los licores, se ha extendido a la participación de la ciencia una vez ya fabricadas las bebidas. La creatividad de muchos para lograr mezclas atractivas, ha revolucionado el mundo de los cocteles.
De esto se trata la mixología molecular, que hasta hace pocos años era una total desconocida, y actualmente es una de las especialidades más importantes de la gastronomía molecular.
En términos sencillos, la mixología molecular consiste en el uso de conocimientos científicos para crear cocteles; porque puede parecernos que una piña colada, el Martini o la caipiriña, son producto de un evento casual, pero estos y miles de cocteles son el resultado del conocimiento de profesionales del licor.
Esta ciencia involucra conocimientos químicos y gastronómicos, y le han dado un giro total a la industria de licores, haciéndola más colorida, variada y atractiva entre los consumidores, especialmente entre las mujeres, quienes son las mayores consumidoras de cocteles.
Es fascinante cómo el desarrollo en la industria influye en diversas áreas conexas, teniendo impacto inclusive en la cultura de un continente, envolviéndonos a todos bien sea como fabricantes, productores o consumidores.
